Estoy con mi madre en el salón, estoy nerviosa, papá va ha
venir! Me siento feliz, estoy deseando verle, noto que mi madre también está
nerviosa pero no ilusionada, me parece raro pero supongo que tendrán sus
problemas.
Suena el timbre, ding dong.
-Papá.- grito y le abrazo muy fuerte tanto que me quedo en
el aire, echaba de menos sentir ese calor.
-Te he echado mucho de menor cariño.- me sonríe.
-Os dejaré solos, voy a dar una vuelta.
Salgo por la puerta y me dirijo a ninguna parte, necesitan
hablar, sé que las cosas no están demasiado bien, solo espero que mi cumpleaños
pueda unirles un poco, ya es mañana, me siento ilusionada de celebrarlo con
ellos, será diferente, especial.
Mis pasos me llevan a una casa conocida, he estado tantas
veces aquí, tantas tardes de risas, amor, cariño…la casa de Taylor. Dudo entre
abrir el portal o no, pero finalmente lo abro, entro en el enorme jardín y me
acerco a la puerta, toco el timbre.
Espero unos minutos y me abren la puerta, es el, Taylor,
lleva una camiseta y unos pantalones cortos, al verme se le borra la sonrisa de
la cara.
-Hola.- le digo sonriendo.
-Hola- me dice serio- que haces aquí?
-Lo he estado pensando, estoy preparada, te quiero Taylor.
-Pasa, estoy solo.
-Estabas esperando a alguien?
-No, solo veía la televisión, no te enrolles ve al grano por
favor.
-Te quiero Taylor, todo este tiempo no ha sido una mentira,
nuestro amor fue real.
-Fue?
-Lo es, si aún me sigues queriendo, claro…
-Por supuesto que te sigo queriendo, mi amor es sincero, a
caso crees que podría olvidarte de la noche para la mañana, eso demuestra que
no conoces esta sensación.
-Taylor, he venido a pedirte perdón, a arreglar las cosas,
mi padre ha vuelto y verles me ha enseñado que esto no puede terminar así, que
podemos dar más, conocernos a fondo…me entiendes.- le sonrío, suelta una risa
irónica.
- Enserio crees que lo único que quiero es “conocerte a
fondo”, estás muy lejos de mis verdaderas intenciones. Lo que deseo es que me
quieras como yo te quiero, que me desees de verdad, que quieras estar conmigo a
cada rato, que me eches de menos todo el tiempo que sientas que no puedes vivir
sin mí, que me correspondas. Eso quiero.
-Yo te quiero, de verdad, estás dispuesto a perdonarme?
-Claro que te perdono, te amo.-me abraza fuertemente, te
quiero.
-Te apetece venir a casa a cenar esta noche, para conocer a
mi padre?
-Claro, a qué hora?
-A las nueve está bien.
-A las nueve.- le sonrío y nos besamos.
Salgo por la puerta y vuelvo a casa.
-Cariño tenemos que hablar contigo.-me dice mi madre.
Me siento en el sillón.
-Os escucho.
-Tu madre y yo…-empieza mi padre.
-Hemos decidido…separarnos.- me quedo en blanco, no se que
decir, que hacer, pero mi mente despierta, reacciona.
-Vaya, ese es mi regalo de cumpleaños? Que bien no? Una
tarta y un divorcio. Y claro me celebráis una fiesta, para fingir ante todos
los invitados que somos una familia feliz, que nos queremos. Para eso as venido
papá? Para hacer tus maletas y firmar el divorcio? Si has venido para eso,
mejor no lo hubieses hecho, no necesitaba sentir que era la niña más feliz del
mundo hace 2 horas para sentirme una mierda en este momento. Que ingenua, ya
tienes otra?-miro a mi padre- otro?- me dirijo a mi madre. Adiós.
-Alice, entiéndelo.- Me dice mi madre, pero ya lo siento
lejos, ya no la escucho, no me afecta.
Decido irme a un parque que hay a las afueras de la ciudad,
para no encontrar a nadie conocido.
Una vez que llego allí le envío un mensaje a Taylor.
[] No vengas a casa, no habrá cena, te quiero.
[] Y eso? Llámame, te amo.
-Hola.- de digo con una voz apagada, débil.
-Qué a pasado?
-Mis padres, se separan.
-O vaya…lo siento mucho, si necesitas algo.
-No, no pasa nada, hablamos en otro momento vale?
-Está bien, te quiero.
-Te amo.
Cuelgo el teléfono, no pienso volver a casa, llamaré a
Jessi.
-Hola Ali.-me dice alegremente.
-Estás en casa?
-Si, por?
-Necesito hablar, nos vemos ahora.
(En casa de Jessica)
-Vaya, me dejas sin palabras…
-Necesito olvidar, necesito…beber.
-Estás segura de que eso te ayudará?
-Lo estoy.
-Bien he oído que en casa de Oliver celebran una fiesta,
podríamos ir, si quieres quédate aquí a dormir, mis padres tienen una cena de
negocios en Chicago y no llegarán hasta mañana por la tarde.
Llegamos al sitio, una enorme casa, está muy vieja y parece
incluso abandonada, aunque no lo está. Se oye música desde kilómetros. Acaba de
empezar y ya hay gente borracha. Pero a eso he venido no? A beber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario