Tan fácil como intentar
olvidarse de Taylor. Y es que eso no es sano. Antes de nada debe aceptar esa
cita y ver que pasa. Quizás cuando el día haya terminado tenga la mente más
despejada y las cosas más claras.
Se levanta de la cama y
se despereza, poco a poco se va acostumbrando a la luz. Camina al baño y abre
el grifo de agua para que se vaya calentando. Coge su móvil y busca a Justin.
Le enviará un mensaje.
-Me gustó mucho
el batido de ayer. Sabes conversar, así que está bien. Acepto cenar contigo. A
las 8 puedes venir a buscarme para nuestra…cita.-Y al
final una carita sonriendo.
-Me alegro de
que hayas aceptado. Lo pasaremos bien. Nos vemos. Un beso.
Y así con una sonrisa se
mete en la ducha. Después de todo quizás sí sea una buena idea dejar que pase
el tiempo. Además Justin es un chico muy guapo. Y una vez ya estuvieron muy
cerca del amor. Quizás esta vez si puedan llegar a quererse.
Sí, él le enseñará a
olvidar. O al menos a cerrar las heridas.
-Las 8 en punto de esa
tarde-
La ve bajar. Es tan
guapa. Lleva una camisa negra floja y una falda de tubo blanca, como separación
un cinturón marrón a juego con las sandalias, también marrones. Y el pelo
recogido en una trenza. Está realmente bella. Además se ha maquillado un poco,
debe de haberse echado base, porque tiene la piel más oscura y viva.
-Hola-sonrisa.
-Hola-otra sonrisa.
Se acercan y dos besos.
-Vaya, estás muy guapa.
-Gracias-se sonroja- tú
también estás muy guapo.
-Minutos antes en ese
lugar al otro lado de la puerta-
Ya está ahí, ese era su
mensaje. En el momento en que abra la
puerta su vida cambiará, porque este es un gran paso para dejar atrás el
pasado.
3…2…1…0
Ahí está, muy guapo. Lleva
una camisa de cuadros grises y blancos, por debajo una camiseta blanca. Un
pantalón negro y unas zapatillas deportivas grises. Y tiene el pelo diferente, ¿es
eso un tupé? Si no lo es, se parece mucho. Pero le queda bien.
-En este momento-
-¿A dónde vas a llevarme?-sonrisas.
-Pues la verdad es que
tenía pensado que vayamos a un restaurante italiano que hay cerca de aquí.-le
abre la puerta del coche para que suba.
-Vaya, que caballero. Me
siento toda una lady.-risas.
-Es que lo eres, toda una
señorita.
-Minutos más tarde en un
restaurante italiano-
-Dios mío, no puedo más.
Creo que si me pinchasen la barriga con una aguja explotaría.
-Tú siempre con ese humor
tan malo.-risas.
-Ya me conoces, soy todo
un humorista.
-Sí, quizás tengas futuro
como cómico en un bar de carretera.
-Vaya, así que tú también
tienes sentido del humor.
-Hay muchas cosas que aún
no sabes de mí Justin Bieber.
-Pero para eso estamos
aquí ¿no? Para conocernos mejor.
-Así que es verdad. Has
cambiado. Nunca pensé que podríamos tener una conversación tan amistosa después
de todo. Sabes que siempre has sido un arrogante y un chulo conmigo.
-Pues sí, las cosas han
cambiado y ya no soy el mismo. En cambio tú, vuelves a ser la que eras. Estos
meses has estado muy triste, de bajón. Y hoy por fin as vuelto a sonreír como
antes.
-Sí y aunque me cueste
reconocerlo, has sido tú quien lo ha logrado. Tú me has sacado de casa y de mi
mundo. Tú me has hecho sonreír después de tanto tiempo.
-Me alegro de haber
contribuido a tu felicidad.
-Gracias Justin, gracias
por todo. Me has hecho ver que hay que seguir adelante, por muchas cosas que
nos haga la vida hay que continuar.
-Quiero hablarte claro
Alice.
-Bien, dime lo que
quieras.
-Me gustas-sonrisa irónica
de ella- enserio. Lo que siento es real. De hecho voy a demostrarte que puedes
volver a enamorarte.
-Justin…Que haya aceptado
venir y que ahora te haya querido agradecer todo lo que has hecho por mí no
quiere decir que vaya a enamorarme de ti. No creo que sea tan fácil.
-Pues yo sí lo creo. Es más,
te lo prometo.
-¿Qué?-dice ella con cara
de no entender nada de todo esto.
-Te prometo que te
enamorarás de mí. Además te juro que será muy fácil.
-¿Cómo puedes estar tan
seguro?
-Porque a mi solo me hizo
falta un segundo para enamorarme de ti.- Y diciendo esto coge su mano, la
acaricia y poco a poco va acercándose a ella.
¿Que está haciendo? ¿Va a
besarla? Todo indica que si. Alice no sabe que hacer. No quiere besarlo pero
tampoco quiere rechazarlo después de todo lo que le ha dicho. Si realmente está
enamorado de ella le romperá el corazón. Y no quiere, conoce ese dolor.
Entonces él cierra los
ojos, ella lo imita.
Lo siente, es un beso.
Pero el objetivo no han sido sus labios, si no su frente.
Y por un momento sintió
que quería ese beso, que lo necesitaba. Y es que lo que Alice no sabe es que la
promesa de Justin está muy cerca de cumplirse.
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